PROYECTO CATECUMENAL
0 INTRODUCCIÓN
Materiales de trabajo
para cursos de formación de animadores de grupos catecumenales
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En nuestro contexto pastoral, en efecto, nos encontramos hoy en día
con muchos adultos necesitados de una fundamentación básica de su fe:
«Entre estos adultos que tienen necesidad de la catequesis, nuestra
preocupación pastoral y misionera se dirige.
-a los que, nacidos y educados en regiones todavía no cristianizadas,
no han podido profundizar la doctrina cristiana que un día las
circunstancias de la vida les hicieron encontrar,
-a los que en su infancia recibieron una catequesis proporcionada a
esa edad, pero luego se alejaron de toda práctica religiosa y se
encuentran en la edad madura con conocimientos religiosos más bien
infantiles,
-a los que se resienten de una catequesis, recibida sin duda a su
debido tiempo, pero mal orientada o mal asimilada,
-a los que, aun habiendo nacido en países cristianos, incluso dentro
de un cuadro sociológicamente cristiano, nunca fueron educados en su
fe y, en cuanto adultos, son verdaderos catecúmenos» {CT, 44).
En nuestra Iglesia, muchos adultos se ven incluidos en una u otra de
estas situaciones. Es muy frecuente, también, entre nosotros, el caso del
adulto en el que, junto a rasgos de auténtica fe cristiana, aparecen
-amalgamados con ella- creencias, valores, pautas de conducta, criterios
de juicio... contrarios e incluso hostiles a esa misma fe. Esta situación
-bastante generalizada entre nosotros- está pidiendo un auténtico
proceso de fundamentación cristiana.
(COMISION EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, La
catequesis de la comunidad. Orientaciones pastorales para la catequesis
en España, hoy. Edice, Madrid, 1983, n.° 98.)
I. INTRODUCCION
El PROYECTO CATECUMENAL (PC) tiene unas etapas, unos
objetivos, unos temas y un material para las reuniones (pistas y fichas).
Las etapas (o grandes fases) del catecumenado son la evangelización
primera o precatecumenado, el catecumenado (en el que distinguimos
dos fases de catequización: 1ª y 2ª y el final del catecumenado
(antiguamente fase de purificación e iluminación, prolongada en el
tiempo pascual con una catequesis sacramental o mystagogía).
A cada etapa corresponden unos objetivos, unos temas y un material
para las reuniones.
El objetivo de la evangelización primera o precatecumenado es la
comunicación primera de la propia experiencia de fe: reconocimiento
actual de que Cristo vive y es el Señor y, además, el cambio producido
en la vida por este descubrimiento: conversión. Se trata, ante todo, de
una comunicación existencial, viva, realizada por testigos actuales. Quien
transmite la fe es el que la vive: Temas 1-2.
Concluida la evangelización, comienza el catecumenado. El
catecumenado lo dividimos en dos fases de catequización:
El objetivo de la primera fase de la catequización es la iniciación (o
reiniciación) en la experiencia bíblica de la fe: vamos al encuentro de
Cristo por los caminos del Dios vivo. Las grandes experiencias bíblicas
que en otro tiempo prepararon la venida de Cristo, preparan también hoy
los caminos del Señor y conducen al encuentro con El. Los temas que
pueden facilitar el cumplimiento de este objetivo son los siguientes: 3-11.
El objetivo de la segunda fase de la catequización es la iniciación (o
reiniciación) en la experiencia cristiana de la fe, en cuanto que ésta
supone una nueva imagen de Dios, una nueva imagen del hombre y una
nueva imagen de mundo. En efecto, en el encuentro actual con Cristo
palpamos el misterio mismo de Dios: ¿quién es realmente Jesús de
Nazaret?, el rostro de Dios Padre, la acción del Espíritu. Asimismo, en el
encuentro actual con Cristo descubrimos las dimensiones más profundas
de lo humano: el hombre viejo, deshumanizado; el hombre nuevo,
plenitud de lo humano (moral de las bienaventuranzas, vida comunitaria,
celebración viva de la fe). Y también, en el encuentro actual con Cristo
descubrimos la consistencia del universo (Col 1, 17) y la esperanza del
mundo (Ef 2, 11 ss.): el mundo y la vida, regalo de Dios; un cielo nuevo y
una tierra nueva. Los temas que pueden facilitar el cumplimiento de este
objetivo son los siguientes: 12-21 (Dios); 34-41 (hombre); 60-74
(mundo).
Concluido básicamente el proceso catecumenal, viene la etapa final
(antiguamente llamada de purificación e iluminación, coincidia con la
Cuaresma y se prolongaba en el tiempo pascual con la mystagogía o
catequesis sacramental).
El material para las reuniones contiene pistas y fichas.
La diversidad de pistas que se proponen es grande. Sin embargo, de
hecho, la vida (la experiencia) es inmensamente mayor. Y el proceso
catecumenal no puede quedar al margen de la vida real. Las pistas están
al servicio del proceso; y el proceso, al servicio de la vida. Y de una "vida
abundante" (Jn 10, 10). No es preciso, con todo, utilizar todas las pistas.
Ni mucho menos. Se trata de elegir, según las circunstancias. Lo
importante no es responder teóricamente a las pistas, sino cumplir
suficientemente el objetivo que en cada tema se pretende.
Las fichas intentan responder al problema de cómo orientar la reunión
catecumenal. Suelen presentar el objetivo, el plan de la reunión, la pista
(posible) a utilizar, o los puntos-clave del tema o problema abordado. Las
fichas no pretenden ser recetas automáticas, sino sugerencias para el
animador (o equipo animador), que, revisando y preparando
continuamente es insustituible y quien ha de conducir en cada momento
la dinámica catecumenal.
El cuestionario de evaluación y discernimiento (PC 075) recoge los puntos más vitales del proyecto catecumenal. Puede ser utilizado, parcial o totalmente, en distintos momentos del proceso, tanto por animadores como por miembros del grupo.
Y una palabra final para relativizar éste y cualquier tipo de
instrumentos catequéticos: nada importa tanto como el escuchar la
Palabra viva de Dios que se hace acontecimiento. «En el principio era la
Palabra» (Jn 1, 1). Y lo sigue siendo. Un instrumento catequético nunca
debe sustituir la escucha atenta de la Palabra de Dios que acontece en
cada momento de la historia personal o colectiva; antes bien, debe
favorecer dicha escucha. Por ello, de ningún modo conviene olvidar la
amonestación creyente: cuando os hayáis forjado un proyecto
catecumenal, vivid como si no tuviérais ninguno.
Finalmente, un último documento (076) ofrece algunos datos importantes de la historia del catecumenado (perspectiva histórica) y, también, una presentación de las etapas del catecumenado según el Ritual de la íniciación Cristiana de Adultos (perspectiva litúrgica). Ciertamente, en nuestro caso, se trata habitualmente de un proceso catecumenal para bautizados; por tanto, de un catecumenado en sentido amplio. La inspiración catecumenal de dicho proceso es obvia (ver MPD 8), así como la «peculiar condición» de los bautizados, que «difiere de la condición de los catecúmenos» (RICA 297 y 295; ver también COMISION EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, La catequesis de la Comunidad. Orientaciones pastorales para la catequesis en España, hoy. Edice, Madrid, 1983, número 1 02).
......
Notas
1) Este proyecto catecumenal utiliza básicamente como fondo doctrinal
los temas del Manual del Educador. Guía doctrlnal (ME 1) del
Catecismo «Con vosotros está».
(2) La ordenación lógica de los temas (y su presentación) no
predetermina la programación catequética de los mismos (mucho más
flexible, de acuerdo con las circunstancias) ni tampoco la dinámica de
cada reunión.
P R O Y E C T O C A T E C U M E N A L |
|
PRECATECUMENADO |
CATECUMENADO |
FINAL |
ETAPAS |
PRIMERA
EVANGELIZACIÓN |
CATEQUIZACIÓN
PRIMERA FASE |
CATEQUIZACIÓN
SEGUNDA FASE |
PURIFICACIÓN e ILUMINACIÓN
MISTAGOGÍA |
OBJETIVOS |
Comunicación primera de la propia experiencia de fe: Cristo vive. Conversión |
Al encuentro de Cristo por los caminos del Dios vivo. Grandes experiencias bíblicas |
DIOS
HOMBRE
MUNDO
SÍNTESIS DE FE |
DISCERNIMIENTO
SUPERACIÓN DE RESISTENCIAS
ORACIÓN
SACRAMENTOS |